

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de un millón y medio de personas padecen alguna discapacidad visual, solo en España. Si hablamos de todo el mundo, la cifra aumentaría a los 1.300 millones, pero ¿cuántas llevan lentillas?, ¿saben utilizarlas correctamente?, ¿cuánto tiempo deben usarse las lentes de contacto?
Antes de responder a esta pregunta, es importante conocer los tipos de lentillas existentes en el mercado y saber que pueden distinguirse en función de su material y del uso que hagas de ellas.
Tipos de lentillas en función de su material
Lentillas Blandas
Están fabricadas con material hidrofílico y agua, proporcionando una mayor flexibilidad y comodidad. Las hay de uso mensual, quincenal o diario. Sirven para tratar la miopía, hipermetropía, el astigmatismo o la presbicia. Aportan a los ojos más hidratación que otro tipo de lentillas y, por lo tanto, el usuario tiene menos sensación de malestar. Son las más populares.
Lentillas Rígidas
Sirven para corregir todo tipo de graduaciones. Resultan ideales para aquellos pacientes que buscan una calidad visual alta o que, bien por su error refractivo alto tanto de miopía, como de astigmatismo, necesitan mayor compensación.
Lentillas Híbridas
Son las lentes de contacto que combinan materiales permeables al gas (lentes rígidas) y materiales blandos para ofrecer mayor comodidad. Tienen la ventaja de aportar una calidad visual idéntica a las lentes rígidas, pero con el confort de una lente blanda. Este tipo de lentillas dura entre seis meses y un año y corrige todos los defectos visuales.
Tipos de lentillas según su uso
Lentillas Desechables
También conocidas como lentillas diarias o “de usar y tirar”. Tal y como su nombre indica, estas lentes se estrenan cada mañana y se desechan al terminar el día. Por tanto, no es necesario utilizar, el líquido específico para su mantenimiento, aunque algunas personas que padecen el síndrome del ojo seco utilizan lágrimas artificiales.
Son las más recomendables para pacientes que solo requieren de su uso de manera ocasional, por ejemplo, para practicar deporte, para personas que sufren alergia en los ojos, o para las que quieren evitar las rutinas de cuidado de otro tipo de lentillas.
Lentillas Quincenales
A diferencia de las anteriores, sí requieren mantenimiento con líquido de lentillas cada noche. Ofrecen la misma comodidad que las lentes desechables diarias y pueden utilizarse hasta 14 días seguidos antes de reemplazarlas por otras nuevas.
Lentillas Mensuales
Según un estudio sobre el uso de lentillas en España, las mensuales son las más utilizadas por los españoles. Se pueden utilizar hasta 30 días consecutivos y también necesitan mantenimiento y limpieza. Resultan ideales para las personas que huyen del uso de gafas y para los usuarios que quieren ahorrar, ya que resultan más económicas que las desechables o diarias.
Tanto las lentillas de usar y tirar como las quincenales y mensuales son lentes de contacto blandas.
Lentes Orto K o lentillas para dormir
Este tipo de lentillas es muy aconsejable para personas que desean no usar método corrector durante el día y disfrutar de una compensación como deportistas o personas con una vida muy activa que sienten que las gafas o las lentes de contacto tradicionales limitan su día a día. Las lentes Orto K son unas lentillas que se utilizan exclusivamente por la noche, acomodándose la córnea a la curvatura de la lentilla durante el sueño, de manera que permite eliminar el uso de gafas o lentillas durante el día.
Orto K es la mejor alternativa para los niños con miopía, ya que es el método óptico más eficaz de prevención de la progresión de la miopía infantil. De hecho, cada vez más padres eligen la Ortoqueratología para cuidar de la salud visual de sus hijos y evitar el avance de este defecto refractivo. “Este método consiste en la utilización de lentillas especiales para uso nocturno, indicadas tanto para niños desde los 6 años de edad como para adultos. Mientras duermes, la capa más externa del ojo se adapta suavemente a la forma de la lente y este pequeño cambio de curvatura permite que al despertar y retirar las lentillas, se pueda disfrutar de una vista totalmente normal durante todo el día, sin gafas ni lentillas”, afirman desde Avanlens.
Los expertos en oftalmología pediátrica afirman que la detección precoz de las patologías visuales determina el éxito de los tratamientos. Según el Consejo General de Colegios de Optometristas, la mitad de los niños que necesitan corregir su visión, no utilizan ningún método de corrección porque sus padres desconocen el estado de su salud visual. Por eso, recomiendan realizar el primer examen de la vista a los 3-4 años, momento en el que la miopía ya puede detectarse.
Complicaciones que pueden derivarse de un mal uso de las lentillas
Las complicaciones que pueden surgir por un uso indebido de las lentillas están relacionadas principalmente con no seguir las recomendaciones de limpieza y reemplazo dictadas por los fabricantes de lentes:
- Contaminación por mala limpieza.
- Extender el plazo de reemplazo de los materiales.
En estos casos, podrían producirse las siguientes afecciones:
- Conjuntivitis crónica. Es una infección ocular que provoca fuertes molestias e incluso sensibilidad a la luz. En caso de que apareciera, es importante interrumpir de inmediato el uso de lentillas y tratar el problema con un colirio específico que recete el oftalmólogo.
- Queratitis: es una inflamación de la córnea que puede llegar a producir un leucoma en los casos más graves. Los síntomas son lagrimeo, picor ocular, sensación de cuerpo extraño o fotosensibilidad.
- Ojo seco: es habitual en la mayoría de quienes utilizan lentes de contacto, pero se agrava con uso inadecuado de las mismas. El ojo deja de producir suficientes lágrimas, lo que impide la correcta hidratación de la córnea. Esto ocasiona fatiga ocular y otras alteraciones. Suele ser la principal causa del rechazo de las lentillas.
- Anestesia corneal: la córnea pierde sensibilidad, de tal modo que el usuario de las lentes de contacto no percibe a tiempo las complicaciones que se pueden producir.
- Vascularización de la córnea periférica: la parte de la córnea en contacto con la conjuntiva es invadida por los pequeños vasos sanguíneos de la zona, lo que afecta directamente a la vista.
Los problemas de visión influyen directamente en el desarrollo de un niño, además de generar dificultades en el día a día de cualquier adulto. Para evitarlo, es importante acudir a un especialista en salud visual al menos una vez al año. Si las gafas no son la solución que estás buscando, desconoces las alternativas a las lentillas tradicionales, o no sabes cuánto tiempo se debe usar las lentes de contacto, podrá resolver todas tus dudas y determinar el mejor tratamiento en tu caso.